viernes, 20 de noviembre de 2009

Y llegará el día...

...en que esos huesos de hierro caigan y se desmoronen. Toquen tierra y se hagan polvo, y todos llorarán la perdida de la fuerza del viento, que molestó toda una vida y dio vida ademas, pero tambien las ahogo mil veces.
Entonces, con el pasar del tiempo solo quedarán los buenos recuerdos y el dolor de haberlo jamás querido respirar.
En una tierra vieja y abandonada un remolino da sus ultimos giros antes de desvanecerse en el tiempo.
Tan severo y duro al pasar, que arroyó casas y con su corazón herído se sintió víctima. Si es tan viejo, tan viejo.
Rodeado de sonrisas displicentes y un arrollador sentimiento de pereza.
Falsa simpatía.
Connotativas frases malignas que cubrían de burla el aire que todos por desgracia respirábamos, pero que la malicia no permitía eliminar. Festejamos.
Todos somos parte de un nauseabundo pastel, relleno de larvas y maldad.
Penaran hasta el fin de los días los aires de grandeza por sobre el antiguo sabio enjaulado en un marcapasos y una caja de fósforos.

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