Las emociones no me
acompañan. Pareciera que no siento nada,
estoy en un malcriado equilibrio, pero mis palabras me delatan. Pienso que no
puedo sentir nada pero las palabras que salen de mi boca son acidas y derriten
todo a mi paso. La ola de sarcasmos empapa a todos y como en mi casa no son muy
rápidos con esas cosas, muchas veces parece que hablo por hablar mil tonteras
sin sentido. No pillan lo que digo.
Falta de emoción. No tengo
motivación. No me dan ganas de arreglarme porque quedo igual que siempre, me
veo igual, me tatue y nada cambio. Mas deseos tengo de tatuarme, no sé bien
para qué ni con que fin, quizás para cambiar mi aspecto. Tenía deseos de
teñirme el cabello rojo intenso, pero ahora es mas como disfrazarme de otra
persona. Ocultar a la mujer que soy.
Vaya! Mujer. Si, eso es lo que
soy, una MUJER. Pero me cuesta tanto creérmelo, me siento aun como una niña,
soy una nena que no avanza. Soy una nenita con que tiene amada en vez de amado
y esta es grande y madura la mayoría de las veces. Hace cosas de adultos y
sigue siendo una nena. No es capaz de hacerse cargo de su vida, por eso mejor
volvió a la casa de sus padres porque la princesa que ama trabaja para tener su
castillo.
Temerosa de crecer. Pilar Sordo
yo soy el ejemplo de tu psicología de bolsillo.
Escrito hoy, calentito.
Te entiendo, estaba leyendo tu entrada anterior y me parece que te han puesto muchas pastillas, yo he estado así es horrible, no puedes ni llorar :/ .Me intereso bastante tu blog, te voy a seguir. Cuídate mucho y si necesitas alguien con quien hablar puedes contar conmigo
ResponderBorrar