El hombre quemo la casa para no dejar rastro. Pero mas tarde
llego la policía y encontraron entre los restos, puñados de carne rostizada,
como albóndigas…
El hombre se iba horrorizado por lo que había hecho y
cruzaba una calle para tomar la micro donde estaba yo. La micro estaba casi llena y había mucha gente queriendo tomarlo
incluida mi mama y yo. Mi mama se alcanzo a subir y detrás de ella subió mucha
gente amontonada y yo no pude, entonces la micro se pone en marcha pero la
gente le bloquea el paso para poder subir y yo hago lo mismo para no quedarme
abajo y la micro comienza a andar y la gente intenta detenerla haciendo que la
micro se ladee. Entre las personas que deteníamos la micro estaba el hombre
horrorizado que había matado a la mujer y yo. El estaba muy mal, nervioso, como
un loco y yo era testigo de su estado sorprendida.
Me quede abajo y la micro partió.
Finalmente termino acostada con mi mama en una cama de una
plaza mas o menos en casa de la abuelita Zoila y yo estaba aterrada, tiritaba
del miedo mis ojos desorbitados, estaba desesperada porque yo había matado a la
mujer en la moledora, y le contaba a mi mama lo que había hecho y ella se reía y me decía que tenia que apechugar, por hacer tonteras, me lo decía como si
nada, como si hubiera comido de glotona y tuviera dolor de guata… yo por mi
parte estaba aterrada y ella no lo entendía.
La puerta de la habitación estaba abierta y había luz en el
comedor (nuestra pieza estaba cn la luz apagada) y la Kacy entraba asustado
estaba nervioso, como un loko no se quedaba quieto y se quejaba, el sabia lo
que yo había hecho y estaba aterrado porque yo lo estaba.
También yo tenia miedo porque alguien había fuera de la
pieza, en el comedor. Se podía ver una sombra que se movía. No sabia si eran
alguno de mis abuelitos o era un detective.
Ahí termina mi sueño.
Esto fue escrito el Lunes 7 de Enero del 2013.
Aclaraciones: Yo venia con mi mamá de una especie de Spa. En el lugar se encontraban la Pansha, Pame, Nayra y creo que la Cata. Todas muy afanadas arreglandose todo, desde las uñas hasta el pelo y yo caminaba mirándolas mientras buscaba algo no tan caro y que se me antojara. Pero mi mamá como siempre cansada por su trabajo, quería irse a dormir, así que nos fuimos. Estábamos cerca de la casa de la Cynthia. Allí cruzamos la avenida y nos encontramos con este hombre asustado que había matado a la mujer en la moledora.
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