lunes, 18 de febrero de 2013

El macho cabrío


El macho cabrío.
Hace tres noches me dio un bajón. Y mientras veía una película comencé a sentirme mal nuevamente. La idea de que soy una persona malvada y siniestra venia a mi cabeza. ¿Cómo pueden quererme si solo traigo desgracias? “La peste sobre su casas” dijo Mercucio en la película Romeo + Julieta de 1996. No es que este llena de odio y les desee la infelicidad a mi gente y menos la peste, pero parezco el castigo de las siete plagas divinas.
Mi mente se lleno de ideas religiosas y aquí, en este escrito quedara claro, porque he tenido miedos católicos, ideas cristianas y conversaciones creyentes.
Partiendo por mis miedos católicos. Hace varios días, quizás semanas. Comencé a leer sobre desdoblamiento y Doppelgänger mientras leía sobre películas europeas, en especial “La double viede Véronique”.
Llegue a la teoría del desdoblamiento que es cuando tu alma sale de tu cuerpo. Y conversando con mi amada, me recordó algo que había olvidado, la creencia de desdoblarse y mirarse al espejo para ver la verdadera forma que uno tiene, o sea, la esencia podría decirse…
Yo creo que mi esencia es espantosa, creo que mi forma más como un monstruo algo como una figura demoníaca que se asemeja al macho cabrío que aparece en los cultos satánicos con la estrella atrás. Y esa idea me asusta y mucho. Imagino que de alguna forma lucho contra mi esencia demoníaca  que soy mala y vil de adentro, soy la maldad pura, pero trato de no serlo. Son dos fuerzas en pugna que habitan en mí y una llora y pide perdón mientras lucha por no ser malvada, mientras el otro solo sigue instintos, es como es. Mis arrebatos, mi mal genio, mi mal humor, mis palabras hirientes, mi poca paciencia, mi poca tolerancia y falta de control!, todo eso es de mi demonio interno, de mi verdadero yo que se jacta y burla de mi dolor, porque lucho y lucho por no ser mala.
Estas ideas me en general me asustan, porque temo a que en cualquier momento comenzare a tener alucinaciones con símbolos religiosos y para terminar con mi mala racha, me diagnosticaran esquizofrenia.  No quiero volverme loca, pero siento que estoy camino al manicomio.
Cuando pequeña me daba miedo dormir sola, porque temía que el diablo o algún ente extraño me hicieran algo, durmiendo acompañada se me pasaba o por lo menos disminuía mi temor.
Hace poco durmiendo con mi amada temí que algo estuviera tras mi espalda, algo como el diablo o un ente extraño, mire y no había nada, pero el temor en mi cuerpo y en mi pecho la sensación de que había algo me pusieron nerviosa como una niña asustadita, como cuando pequeña. Desperté a mi novia para que me abrazara y así no ver, pero ella dormía y dormía y yo trataba de conseguir su atención. ¿Qué pasa que en vez de avanzar retrocedo? Estos miedos son de niños, yo ya no soy una niña ¿Por qué temo a estas cosas? Entonces ahora, le hecho algo de culpa a mi madre por ser tan católica y religiosa (incluso cuando joven quería ser monja) y pienso que es ella la que me inculco estos miedos absurdos con sus cuentos extraños sobre apariciones o castigos a niños intrusos…
Siguiendo con mis" ideas cristianas; buenas, todas estas cosas sobre el diablo, espíritus o entes que aparecen son como las historias de la gente que cree que rezando todo se acabara y enviaran al espíritu al reino de dios y bla bla bla. Y agrego que yo misma me he puesto desde el año pasado más amable con la religión a quien tanto le hice la cruz y hasta con algo de solemnidad pienso en el poder de la fé, además de que fácilmente exclamo “Diosito que no pase nada” o “Ay, por Dios”… frases que antes no usaba.
Y para colmo de los colmos, termino con las conversaciones cristianas. Hace tres noches me dio un bajón y me sentí malvada y siniestra, algo asqueroso que succiona la vida de las personas y no las deja ser feliz, como un zancudo  un vampiro que en vez de vivir sangre, se bebe los buenos momentos de quienes le rodean, esa soy yo. Y me puse muy triste. Hable con una amiga y el camino de la conversación se fue por el de la fé, la iglesia, la fuerza interior y las conversaciones con Dios y el sentimiento de paz interior y la comunión con Cristo. Finalmente me mató cuando me dijo que nunca se está solo, porque siempre te acompañan, por eso mismo era lo que no deseaba oír  porque no quería que nada que no pudiera ver, o sea, nada que no fuera de este mundo y tierra estuviera conmigo. ¿Es malo lo que estoy diciendo?
Tengo algo de miedo otra vez. ¿Debo pedir que Dios me acompañe y me cuide de lo que sea que pueda querer aparecer? Ya no se si pedir al viento o al cielo que me dejen sola o acompañada. Miedo, miedo, miedo, no quiero vivir atemorizada. No quiero una fé, basada en el terror. La doctrina del miedo de la iglesia es lo que no quiero. Una figura de Dios punitiva y conciliadora no quiero. Ese dios que me castiga y luego me acaricia es a quien no quiero.
¿Es así Dios, si es que existe?, ¿Debo temerle?
El espejo de mi pared me refleja… ¿Les conté que me da miedo el reflejo de los espejos en la noche, mientras duermo? ¿Podrás robar mis energías los espejos al dormir? ¿Habrá un mundo al otro lado del espejo donde todo sea a la inversa de lo que es en este mundo? Temo estar sola, ama mía, que ganas de tenerte a mi lado para velar mis sueños.
PD: ¿Saben que los gatos no se reconocen cuando ven su reflejo en el espejo? Eso sucede porque su reflejo no tiene olor.

Escrito Hoy, calentito.

2 comentarios:

  1. Hola, había escrito harto, pero un tonto error me hizo perder todo. Es verdad lo de tu ezquizofrenia o es sólo lírica? Sabía lo de los espejos. No me gusta tenerlos en los dormitorios, incomodan frente a la cama, y ver cada vez que tu reflejo, hasta te sientes observado. Sabías que existen lugares energéticos cerca de Santiago, debo ir de nuevo. Y devolver a su habitat la roca que me traje. Es imprescindible. Estas en Santiago ya? Sabes quien soy? Claudio Urriola.

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    1. Lo siento, no se quien eres. Y no tengo esquizofrenia, solo pensaba que con la mala suerte que tengo en cualquier momento me diagnostican algo peor que la bipolaridad

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