Viendo el documental The Bridge sobre los suicidios en el
puente Golden Gate, me volvió a surgir la pregunta sobre el miedo.
Me aterra suicidarme, pero lo intente. Y mientras llevaba a
cabo mi acto suicida mis manos temblaban de miedo y lloraba con amargura,
tragando el asqueroso vodka que aun me produce escalofríos y las pastillas de
paracetamol. Después de mi intento si, entendí que la muerte tardaría en
llegar, ya que primero debería producirme una insuficiencia hepática y eso toma
algunos días, por eso estuve 4 días en la clínica. Eso fue algo que jamás
contemple en mis planes.
La hermana de una suicida con éxito explica siempre se
sintió más fuerte que su hermana, pero después de lo ocurrido entendió que jamás
podría hacer lo mismo, ya que le daba mucho miedo. Sentía que no tendría el
coraje. Y sí que se necesita coraje.
Recuerdo que yo era un gatito asustado mientras lo hacía.
Poco me faltaba para orinarme como un niño temeroso de una paliza. Pero después
de algunos tragos, el miedo disminuyo poco a poco y era algo más “rutinario”,
mis manos dejaron de temblar pero aunque seguí sollozando, era menos que antes.
Busque entonces sobre ese maldito y frustante miedo
que siempre me frenó y aun lo hace. ¿Y saben que encontré? Bueno, es algo mucho
más profundo que solo simple miedo. Es biológico! y se llama “Instinto de
autoconservacion” Míralo Aquí y el profesor de Psicología Thomas Joiner, sabe mucho de
eso.
Este instinto es lo que nos protege de cualquier acto dañino
para el nuestra supervivencia, es decir, nos impide hacernos daño como por
ejemplo si tocamos una planta y nos produjo urticaria evitaremos tocarla, no
comeremos frutos venenosos, etc. Pero ese miedo puede vencerse él explica. Los
suicidas con éxito seguramente se han entrenado para poder vencer el miedo que
les produce ellos mismos lograr su
muerte; este entrenamiento consiste en
conductas lascivas (cortes, quemaduras), parasuicidas, y otras. Quiero decir,
que la persona se arriesga más y quita cuidado a su vida o se pone en peligro
adrede.
Esto y mas explica el psicologo en la siguiente entrevista en 2 partes:
Escrito ayer y hoy, calentito.
Hola. El suicidio debe ser visto, aunque parezca una contradicción, desde el punto de vista de nuestra sobrevivencia espiritual. Es una decisión personal y no debe ser cuestionada. Para quienes creemos que la realidad en que vivimos es demiúrgica, que es una ilusión, Maya para los antiguos indoarios, el suicidio puede ser un escape temporal, pero siempre quedamos aprisionados por la cadena que es el alma, la que nos mantiene en éste plano, una y otra vez, el eterno retorno nietzcheano. Saludos, Claudio.
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